Además de los tubos ranurados, un aliado importante para el drenaje y la dispersión del agua pluvial en el suelo es el pozo de dispersión.

El pozo de dispersión no es más que un tubo acanalado enterrado verticalmente; la instalación no debe ser demasiado profunda, por lo que bastará con un tubo con una clase de rigidez SN 4 kN/m2.

El pozo de dispersión, para cumplir su cometido, debe tener acanalados en toda su circunferencia.

El pozo puede estar equipado con un fondo o no, esto depende de la cantidad prevista de agua pluvial y de la velocidad de dispersión deseada. Los pozos de recogida de agua pluvial suelen tener un fondo que permite que los fluidos fluyan lentamente hacia el suelo a través de acanalados de la circunferencia. En los pozos de dispersión sin fondo, el agua tiende a verterse en el suelo inmediatamente, gran parte se dispersará verticalmente pero otra gran parte se filtrará por los acanalados laterales.

Por tanto, los pozos de aguas pluviales se componen de:

  • Reductor cónico para acoplar en el realce. Esto permite estrechar el realce hasta la boca de registro.
  • Acoplamiento insertado mediante una junta en la pared exterior del realce para permitir la inserción de tubos de polietileno o PVC, también acanalados.
  • Realce acanalado de 360 grados que forma el cuerpo del pozo de dispersión.
  • Placa de cierre que se suelda a la pared interior del realce.

Al tratarse de un tubo, la altura final del pozo puede reducirse in situ con las herramientas adecuadas para modificar la longitud del realce según se desee.

Los pozos de drenaje combinados con las zanjas de drenaje forman un sistema completo para drenar y dispersar el agua pluvial en el suelo.

Pozos de dispersión                           Celdas dispersantes